La romería penitencial del día de la Santísima Trinidad se celebra desde el siglo XIX, el primer domingo después de Pentecostés. A las 8:00 de la mañana con el sonido de las campanas los numerosos romeros comienzan su peregrinación a la ermita que asomada en la sierra de Leire.
Penitentes de la hermandad de Los Cruceros vestidos con túnicas negras portan pesadas cruces de madera y ascienden hasta la ermita, a 740 metros de altitud. La peregrinación se hace en fila, ordenadamente según la antigüedad de los Nazarenos. Los jóvenes primero, los más expertos atrás. El acto se caracteriza por la sobriedad y la espiritualidad.